Es una práctica común que los directivos de empresas de todo tamaño y giro se reúnan cada cierto tiempo para definir lo que será su orientación estratégica para los siguientes años, es decir para formular su Plan Estratégico. Sin embargo es habitual también encontrar que muchos de estos planes debidamente formulados, no son ejecutados debidamente. Existen varios aspectos que inciden en esta problemática, la buena noticia es que es posible superarlos para poder llevar a la acción exitosamente las estrategias planteadas.
De acuerdo a un estudio realizado por la prestigiosa revista Fortune, “Menos del 10% de las estrategias formuladas efectivamente son ejecutadas en forma efectiva”, en la mayoría de los casos (70%) no es por una mala estrategia, sino por una mala ejecución. Suena bastante difícil de asimilar que la gran mayoría de empresas no lleva a la acción exitosamente sus estrategias. Las razones que sustentan este estudio están basadas en cuatro barreras a las que se enfrentan las empresas, estas son:
Barrera de la Visión.- Solo el 5% de la fuerza de trabajo comprende la estrategia. Si la dirección formula la estrategia es para que sea ejecutada por toda la empresa, sin embargo, si a la fuerza de trabajo no se le ha comunicado debidamente, suena inexplicable como podrán ejecutar algo que no conocen.
Barrera de la Gestión.- 85% de los equipos ejecutivos pasa menos de una hora al mes discutiendo la estrategia. Es decir, los problemas del día a día consumen más que cualquier otra cosa, dejando muy poco tiempo para siquiera revisar la estrategia planteada. Debemos tener en cuenta que lo urgente hay que atender (el día a día), pero también lo importante requiere una atención permanente (la estrategia).
Barrera de los Recursos.- 60% de las organizaciones no relacionan el presupuesto a la estrategia. Nos hemos encontrado en varias empresas con muchos proyectos de los que se vienen ejecutando y con presupuestos asignados, que no tienen un asidero estratégico, es decir obedecen a iniciativas de un área específica o un requerimiento para un equipo de trabajo en particular.
Barrera de la Gente.- Solo el 25% de los gerentes tienen incentivos ligados a la estrategia global. Es importante incentivar al personal con bonos especiales por logros obtenidos, pero es más importante aún hacerlo toda vez que estos logros están completamente alineados a resultados estratégicos.
De este análisis se podrá desprender que el problema central es la dificultad de muchas empresas para poder ejecutar sus estrategias. Hace falta entonces mecanismos metodológicos que permitan llevar a la acción las estrategias planteadas. En este contexto, el Balanced Scorecard representa actualmente una poderosa arma estratégica para lograr dicho cometido, su esquema metodológico permite ver a la organización como un todo, balanceando aspectos tangibles e intangibles, financieros y no financieros, pasado y futuro, y principalmente brindando una claridad asombrosa de la arquitectura lógica de la estrategia para que sea comprendida por toda la organización.
El Balanced Scorecard, llamado también Cuadro de Mando Integral, ha despertado gran interés entre directivos y empresarios, y hoy se le considera como uno de los más importantes modelos de planificación y gestión de los últimos años, un modelo de gestión que traduce la estrategia en objetivos relacionados medidos a través de indicadores y ligados a unos planes de acción que permiten alinear el comportamiento de los miembros de la organización. A través de un sistema coherente de elementos, como los mapas estratégicos, la asignación de recursos y la evaluación del desempeño, el Cuadro de mando Integral ayuda a engarzar piezas normalmente descoordinadas en nuestras organizaciones para adecuar el comportamiento de las personas a la estrategia empresarial.
La utilidad del Balanced Scorecard no depende del tipo de empresa sino de los problemas a los que enfrenta. Se ha implantado en empresas grandes y pequeñas, de sectores público y privado, en organizaciones con y sin fines de lucro, así como en empresas con alta rentabilidad y con pérdidas. El cambio depende de nuestro grado de satisfacción con el actual modelo de gestión y con la comprensión de la estrategia de la empresa que demuestran las personas de nuestra organización. Al aplicarlo a través de la relación coherente entre sus elementos conseguiremos simplificar la gestión, priorizar lo importante, alinear la organización y promover el aprendizaje en ella.
Los animo a incursionar en esta importante herramienta metodológica para lograr la ansiada ejecución exitosa de sus estrategias. Está dicho, empresas de todo tamaño formulan sus estrategias y por tanto todas deben preocuparse de llevarlas a la acción. Es bueno no avanzar a la deriva, formulemos nuestros planes estratégicos para hacer frente al mercado altamente competitivo de hoy, pero no nos quedemos solo en la definición, más importante aún es encontrar los mecanismos adecuados para llevarlo a la práctica, ejercicio en el cual están comprometidos todos en la organización, desde el liderazgo de los ejecutivos hasta el aprendizaje de la organización, buscando un único horizonte que los gobierne independiente del lugar que ocupen en la empresa. El Balanced Scorecard permite hacer de la estrategia, el trabajo diario de cada persona, ese es el reto.
Edison Medina La Plata – Director Gerente – IBSS